Esta vez el gobierno de Israel se fue con todo, y se le fue la mano. Aunque siempre he sido acérrimo crítico de quienes opinan que aquí, en este conflicto israelí- palestino, los únicos malos son los judíos, esta vez es menester reconcocer que han errado con esta ofensiva. No hay justificación alguna para tal mortandad de gentes ( la cifra se acerca a 1000 palestinos, de los cuales la mayoria son civiles) incluyendo niños, mujeres y ancianos. Igualmente no tiene asidero moral, ético o militar la desproporción absurda y salvaje de su reacción.
Pero, aunque en primera instancia el gobierno de Israel tiene la culpa de todas esas muertes por patrocinar la matazón, eso no quita que haya detrás otros responsables. El primero de ellos es el grupo terrorista Hamas, cuya posición ultra radical a conllevado al agravamiento del conflicto cerrando cualquier posibilidad mínima de una salida pacífica. Hamas no quiere procesos de conciliación, ni de entendimiento con los judíos; quiere la expulsión total de Israel de lo que considera las tierras que le pertenecen únicamente a los palestinos. Así que con esta posición inexpugnable y terca ¿Qué esperanzas hay de lograr un acuerdo por vía diplomática? ¿Qué posibilidades hay de evitar una reacción salvaje del gobierno israelí?
Otra responsable es la misma comunidad internacional que no se arriesga a comprometerse seriamente, es decir a jugársela toda, en un proceso de paz efectivo. ¿Por qué no proponen a las partes una tregua con la garantía de que una fuerza multinacional numerosa, y con un manadato claro, supervise el cumplimiento de la misma? Ah, pero ni Francia, ni España, ni Alemania, están dispuestas a perder soldados por un conflicto que no los afecta directamente.
Y por último está la opinión mundial que no ha sido neutral en sus apreciaciones. Cuando hay fotos de civiles palestinos muertos protesta de forma contundente; pero, cuando hay muertos judíos las protestas son más tibias. No hay corresponsabilidad cuando de condenar los crímenes de lado y lado se trata, y eso le sirve al gobierno israelí para alimentar su justificación en pos de posiciones duras. Es lo mismo que sucede con EU: todo el mundo grita furiosamente en contra "del criminal Bush" cuando hay civiles muertos a causa de errores militares en Irak o Afganistán; sin embargo, las mismas voces no se escuchan cuando Putin masacra civiles en Chechenia o Georgia; o cuando el gobierno chino aplastó con tanques a los estudiantes de Tiananmen o reprime al pueblo tibetano (entre uno y dos millones de tibetanos muertos, torturados o violados desde 1952) o las tristemente recordadas matanzas de kurdos en la población de Halabja ordenadas por Hussein.
Si alguien en el mundo es capaz de ser absolutamente neutral en relación al conflicto entre palestinos y judíos, tal vez pueda mediar y acabar con esta secuela de muerte y destrucción entre dos pueblos que deberían convivir en paz.
Pero, aunque en primera instancia el gobierno de Israel tiene la culpa de todas esas muertes por patrocinar la matazón, eso no quita que haya detrás otros responsables. El primero de ellos es el grupo terrorista Hamas, cuya posición ultra radical a conllevado al agravamiento del conflicto cerrando cualquier posibilidad mínima de una salida pacífica. Hamas no quiere procesos de conciliación, ni de entendimiento con los judíos; quiere la expulsión total de Israel de lo que considera las tierras que le pertenecen únicamente a los palestinos. Así que con esta posición inexpugnable y terca ¿Qué esperanzas hay de lograr un acuerdo por vía diplomática? ¿Qué posibilidades hay de evitar una reacción salvaje del gobierno israelí?
Otra responsable es la misma comunidad internacional que no se arriesga a comprometerse seriamente, es decir a jugársela toda, en un proceso de paz efectivo. ¿Por qué no proponen a las partes una tregua con la garantía de que una fuerza multinacional numerosa, y con un manadato claro, supervise el cumplimiento de la misma? Ah, pero ni Francia, ni España, ni Alemania, están dispuestas a perder soldados por un conflicto que no los afecta directamente.
Y por último está la opinión mundial que no ha sido neutral en sus apreciaciones. Cuando hay fotos de civiles palestinos muertos protesta de forma contundente; pero, cuando hay muertos judíos las protestas son más tibias. No hay corresponsabilidad cuando de condenar los crímenes de lado y lado se trata, y eso le sirve al gobierno israelí para alimentar su justificación en pos de posiciones duras. Es lo mismo que sucede con EU: todo el mundo grita furiosamente en contra "del criminal Bush" cuando hay civiles muertos a causa de errores militares en Irak o Afganistán; sin embargo, las mismas voces no se escuchan cuando Putin masacra civiles en Chechenia o Georgia; o cuando el gobierno chino aplastó con tanques a los estudiantes de Tiananmen o reprime al pueblo tibetano (entre uno y dos millones de tibetanos muertos, torturados o violados desde 1952) o las tristemente recordadas matanzas de kurdos en la población de Halabja ordenadas por Hussein.
Si alguien en el mundo es capaz de ser absolutamente neutral en relación al conflicto entre palestinos y judíos, tal vez pueda mediar y acabar con esta secuela de muerte y destrucción entre dos pueblos que deberían convivir en paz.
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