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miércoles, 24 de marzo de 2010

Una breve opinión sobre el debate.


Antes de entrar en materia, debo decir que ayer ganó la democracia colombiana. El debate demostró que se puede confrontar ideas sin insultos, ni polarizaciones extremas que a nada conllevan. El evento se realizó en medio de un ambiente de total respeto y altura. Hay que reconocer que hay un nutrido panel de candidatos ciertamente buenos y con casi igual opción de pasar a segunda vuelta (cosa que no se da en otros países donde a lo sumo hay dos candidatos buenos con opción de triunfo) Y mejor, es que todos ellos están alineados hacia tres posiciones que son importantes para el interés de la patria:

Cero tolerancia a la guerrilla, no a la intromisión del chavismo en Colombia y no al desmonte de la Seguridad democrática. Con diferentes matices cada candidato está de acuerdo con esas tres premisas. Y eso es un buen signo para construir, de la mano del candidato que resulte ganador, un gran acuerdo nacional para enfrentar los otros problemas fundamentales que requieren urgente solución: la salud y el desempleo.

Ahora, mirando el debate de ayer, he sacado algunas conclusiones:


Santos.

Le fue bien, se evidenció la buena asesoría que está recibiendo.Pero pecó por remitirse demasiado, y empleando un tono algo egocentrista, a sus gestiones como ministro de diferentes administraciones (Pastrana y Uribe)

Mockus.

Se enredó constantemente por el miedo al tiempo. Ya todos sabemos que sus explicaciones son algo profundas para el televidente medio y esa es la razón por la cual nunca se acomodó al formato del debate.

Noemí.

No le fue bien. La vi algo insegura, como si no encontrara la suficiente inspiración para contestar fluidamente. Patinó en la respuesta que dio a la pregunta de Santos sobre la revaluación del peso.

Petro.

Algunos le han proclamado como el ganador del debate, cosa que no creo del todo. Sin embargo, le fue bien: tranquilo y seguro en las respuestas. Lo mejor de el fue su última intervención en la cual, dio a entender claramente que no va a eliminar dos programas estrella de Uribe: familias en acción y seguridad democrática. Lo malo: el ataque personal hacia el candidato de la U (“pregúntele a Santos” refiriéndose al interrogante de que si alguna vez pensó que alguien lo chuzaba). No debió hacerlo, le quedó muy mal, sobre todo si el pacto que suscribieron días antes los partidos políticos (incluyendo el Polo) contemplaba que no habría ni un solo agravio por parte de sus candidatos hacia algún compañero de contienda.

Pardo.

Nada novedoso, aunque fue de los que más trato de explicar en concreto sus programas de gobierno. Soltó un hecho que no se puede pasar por alto: darle continuidad, y mejorar, la gestión en educación del actual gobierno (dijo que si ganaba, dejaría en su gabinete a la actual ministra de educación)

Fajardo.

Estuvo relativamente bien en las respuestas. También fue de los que más se esforzó en hacer entender su programa de gobierno.

Lleras:

Pienso que estuvo a la altura. Sobre todo en la respuesta que le dio a Petro cuando este le preguntó sobre lo que iba a hacer para que no se vuelvan a repetir los falsos positivos.


En general creo que nadie ganó el debate en sí. La competencia está muy pareja y cualquiera tiene la oportunidad de pasar a la segunda vuelta. Algunos periodistas regionales han reclamando “más confrontación” entre los candidatos, más discusión entre ellos con base a sus diferencias. Cosa que no me parece porque todos los candidatos saben muy bien que el que gane no va ser por muchos votos, no va a tener una gran popularidad, ni un mandato fuerte (como Uribe cuando ganó en 2002 y 2006) Y va a tener, sobre todo si pertenece a los partidos opositores al gobierno actual, que negociar y conciliar con el congreso para sacar adelante las promesas electorales. Así que, estar cazando peleas y creando polarización no es la mejor forma de allanar un buen ambiente para gobernar.


Por otro lado, ha quedado demostrado, a pesar de lo que diga la oposición, que el legado de Uribe ha sido ciertamente útil: un esquema de seguridad ya montado y armado que tal vez requerirá algún ajuste (en la seguridad urbana y en lo social) pero que ha sido efectivo; una confianza inversionista que si bien no genero los empleos esperados, si le va a servir al próximo presidente como base para construir un apolítica de empleo que pueda funcionar mejor; un programa como Familias en Acción que ha sido beneficioso para miles de pobres ( tanto así que el mismo Petro dijo que no lo iba a eliminar en caso de que el ganara la presidencia); y una posición política fuerte ante las FARC que le permitirá al futuro mandatario hacer un proceso de paz sin despejes ni concesiones onerosas.

lunes, 15 de marzo de 2010

22 años de la masacre de Halabja


La imagen de una carrera desesperada e inútil: un padre que ,aferrado
a su pequeño, no alcanzó a escapar del efecto mortal de los gases.



Un aniversario más de uno de los crímenes más espantosos
y crueles de la historia moderna.

Hoy se cumple un aniversario de un evento del que casi nadie se acuerda (ni en los medios más populares de comunicación se hace una sóla referencia) la matanza de Halabja, el genocidio contra los Kurdos perpetrado por el dictador iraquí Saddam Hussein y su primo Ali Hassan al Majid, alias Alí el Químico, durante el desarrollo de la guerra entre Irak e Irán .El régimén iraquí quería darle un escarmiento a los Kurdos (a los que acusaba de colaborar con los iraníes y de querer separarse de Irak) y vio necesario emplear un arma silenciosa y terriblemene mortal. Hacia el mediodía del 16 de Marzo de 1988 (aunque algunas fuentes periodísticas sitúan el inicio del ataque en horas de la noche de ese día) la fuerza aérea iraquí atacó con bombas mudas a Halabja, una pequeña aldea enclavada en la agrestes montañas del noroeste del país que precisamente controlaban los separatistas kurdos. Para esta labor de exterminio se utilizó gas sarín, tabun, VX (agentes nerviosos), agentes de la sangre y el gas mostaza.


El bombardeo duró pocos minutos, suficientes para que la aldea quedara regada de cadáveres, en su mayoría de mujeres y niños, y para que se consumara uno de los genocidios más crueles de la historia moderna que en su momento (1988) mereció del mundo sólo una insolente indeferencia. Se estima que murieron más de 5000 personas y que otras 30 000 perecieron por los efectos retardados del ataque. Los testimonios de los pocos que lograron sobrevivir a la tragedia dan cuenta de madres y padres corriendo con sus niños en brazos en un vano y desesperado intento por escapar de los gases; gentes que ni siquiera lograron salir a la calle y quedaron enclavadas, sin vida, en las puertas de sus casas; niños que jugaban alegremente en las calles y que de repente cayeron al suelo con sus caras deformadas, moradas y sin gestos de vida (un dato espeluznante: según testimonios de super vivientes el gas mortífero olía a Fruta)


La indeferencia de Occidente

En Occidente nadie protestó enérgicamente al momento de de la tragedia, ni Europa, ni EU (ni que esperar de la ONU). En la época, Hussein era un aliado clave que necesitaba EU en su pugna contra Irán y no vio necesario ni conveniente denunciarlo. Es más, hay pruebas de que occidente proveyó al régimen de Huseim de insumos y materiales aptos para fabricar armas. EU, Gran Bretaña y Francia habrían sido los suministradores. De por qué habrían hecho tal cosa, es un debate para la historia, pero el consenso que hay es que en medio de la histeria de la guerra fría donde Irán estaba del lado de los rojos, las potencias occidentales eran partidarias de apoyar a cualquier sátrapa (como Hussein) con tal de frenar al bloque de los soviéticos.

Hoy día el asunto es bien diferente, ya que desde la primera guerra del golfo en 1991 Huseim perdió el favor de las potencias occidentales y pasó a ser enemigo de estas. De esta forma, su régimen pudo desde entonces ser condenado y sancionado.En 2003 EU invadió Irak e instauró un régimen afín a occidente. Hussein y sus principales esbirros fueron capturados posteriormente.


El castigo

Como todos saben Sadan Hussein y Ariel el Químico fueron enjuiciados y ejecutados por un tribunal iraquí organizado por EU. Se les acusó de innumerables crímenes, incluyendo la matanza de Halabja.Sin embargo, varias organizaciones de derechos humanos entre ellas la prestigiosa Admistía internacional, han criticado estos juicios no porque considere que estos personajes sean en realidad inocentes, sino, porque consideran que el tribunal iraquí, además de estar presuntamente politizado, incumplió con las normas internacionales de imparcialidad; con lo cual, sus actuaciones serían ilegales a la luz del derecho internacional.Claro, para los kurdos, que sufrieron en carne propia todos los abusos del régimen de Hussein, esas consideraciones jurídicas al estilo de Admistía Internacional no tienen importancia. En efecto, para este pueblo las ejecuciones impartidas por el tribunal iraquí fueron justas.


No hay duda que Ariel Químico se merecía su destino, pero queda el manto de ilegitimidad invocado por organizaciones de derechos humanos. Por eso me pregunto ¿Qué hubiese pasado si EU no invade Irak y no hubiese capturado a Hussein y Alí el Químico? Nada. Ellos estarían aún moviéndose impunes en Irak y muy seguramente habrían muerto de vejez sin haber sido castigados por sus crímenes. Estoy seguro que la justicia supranacional, llámese Corte Penal Internacional o algún tribunal de la ONU, no hubiese sido capaz de procesarlos. Por eso, a pesar de la veracidad jurídica de las críticas, algo de justicia hizo el tribunal iraquí.


Más información:

http://www.semana.com/noticias-mundo/quimico-ali-ejecutado-horca-irak/134129.aspx